1. Comprobar el pavimento

Antes de cada paseo, coloque el dorso de la mano sobre el pavimento durante 7 segundos para comprobar el calor. Si hace demasiado calor para ti, ¡también lo hará para tu cachorro!

2. Programar el ejercicio en consecuencia

Si su perro necesita hacer ejercicio, reserve los paseos para primera hora de la mañana, antes de que el sol esté en su punto más caliente, o más tarde por la noche, cuando el sol se haya puesto. Nunca camines durante las horas más calurosas del día.

3. Evitar el pavimento caliente

Asegúrate de pasear siempre a tu perro por la hierba o a la sombra. Evite las superficies calientes durante el día, como

  • Asfalto
  • Metal
  • Muelles para barcos
  • Asientos de cuero
  • Superficies de camiones

4. Preste atención al lenguaje corporal

Si su perro se niega a caminar, cojea o se niega a sentarse, es posible que el suelo esté demasiado caliente. Retire a su perro del ambiente caliente, compruebe si hay quemaduras y busque ayuda médica si observa algo inusual.

Preste atención si se lame o muerde las patas en exceso, o si las almohadillas de la piel están oscurecidas, ya que esto podría indicar que tiene las patas quemadas.

5. Olvídate de las botas bonitas

Sabemos que los patucos para perros son muy monos, pero los perros se enfrían sudando por la boca y las patas. Los botines sólo atraparán el calor.

Resiste a la monada y sigue estos pasos para asegurarte de que las patas de tu cachorro no se queman este verano.