Los microchips pueden aplicarse a cualquier edad y no requieren cirugía ni anestesia.
Los microchips son un pequeño mecanismo de identificación permanente de tamaño similar al de un grano de arroz. Si su mascota se pierde y la llevan a un refugio de animales o clínica veterinaria, el microchip puede ayudarle a reencontrarse con ella.
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